La periodontitis es una enfermedad inflamatoria que afecta a los tejidos que hay alrededor del diente (y que reciben el nombre de periodonto). Si no se diagnostica y se trata a tiempo, puede provocar la pérdida dental y, en determinados casos, repercutir en la salud general de quien la padece.
La enfermedad periodontal grave, que afecta los tejidos que rodean y sostienen el diente, afecta a casi el 10% de la población mundial, según datos de la OMS.
Tipos de enfermedad periodontal
- Gingivitis: es una inflamación superficial de la encía. El sangrado es su principal señal de alerta y si no se trata adecuadamente, puede progresar a periodontitis. Puedes saber más sobre esta afección en el apartado correspondiente.
- Periodontitis: es una infección más profunda de la encía, que se despega del diente, formando así las bolsas periodontales. Debido a esta infección, se pierde el hueso que sujeta al diente.
¿Causas?
Las enfermedades de las encías o enfermedades periodontales se producen por la acción de las bacterias, más de 700 tipos, que habitualmente viven en la boca. Estas se depositan en los dientes, las encías e incluso sobre las restauraciones (reconstrucciones de porciones de dientes). En muchas ocasiones, sucede que la higiene oral es incorrecta, incompleta o insuficiente, lo que hace que las bacterias crezcan, se agrupen y se lleguen a acumular en forma de biofilm o placa bacteriana en zonas escondidas, principalmente en los espacios entre dientes. También los surcos de las encías y las fisuras dentales en la superficie masticatoria de los molares son espacios protegidos donde las bacterias se refugian de la acción de la lengua, la saliva y los filamentos del cepillo dental.
Además de vincularse a otros factores como:
- Tabaquismo
- Alcoholismo
- Estrés
- Enfermedades sistémicas
- Cambios hormonales
Su principal signo clínico es el sangrado de las encías, ya sea de forma espontanea o provocado durante el cepillado dental o al ingerir alimentos.
¿Tratamiento?
El dentista es el profesional que posee la capacitación para diagnosticar y tratar los problemas de encías, así como para aconsejar sobre las medidas preventivas que ayuden a mantenerla en óptimas condiciones de salud, pudiendo ocuparse también de la reconstrucción de los tejidos perdidos a consecuencia de la enfermedad.
En ocasiones, el dentista o el mismo paciente pueden solicitar la colaboración de un periodoncista para tratar aquellos casos más complejos y avanzados.
Su tratamiento se fundamenta en tres pilares:
- La fase básica del tratamiento de las encías incluye el raspado y el alisado radicular (limpieza manual por debajo de las encías) junto a la enseñanza de instrucciones de higiene específicas y su cumplimiento.
- En determinados casos, se hace necesario pasar a una segunda fase de tratamiento en la que son necesarias pequeñas cirugías de las encías para corregir los defectos que pueda haber dejado la enfermedad.
- Por último, es imprescindible seguir un programa de mantenimiento o seguimiento para prevenir o controlar la posible aparición de recaídas, aún más si persiste la presencia de factores de riesgo antes mencionados.