Detrás de toda gran sonrisa, ¡Hay un gran ortodoncista!

Además de una finalidad funcional, se encuentran otros beneficios, igual de importantes para la salud:
• Provee estabilidad de la articulación temporomandibular evitando dolores o afecciones derivadas de la maloclusión.
• Mejora la aptitud masticatoria y derivando en una mejor deglución y por consiguiente reduciendo riesgos gástricos.
• Una mejor higiene dental al alinear los dientes en posiciones optimas donde se facilita la remoción de alimentos con el cepillo dental y el uso del hilo dental.
• Mejora la estética dental generando bienestar emocional y del autoestima del paciente.
• En niños nos permite tratar hábitos para funcionales que son nocivos para el desarrollo óptimo de los maxilares y en muchas ocasiones evitando así el uso de ortodoncia correctiva en etapas adultas.
Es la rama de la odontología que se encarga de corregir la posición y la relación entre las arcadas para que la oclusión sea lo más estable y funcional posible.
Podemos encontrar de tres tipos:
- Preventiva: Se basa en movimientos limitados a pocos dientes y en aquellos casos en que la alteración sólo es dental. Esta ortodoncia intenta controlar el espacio, manejarlo, hacer pequeñas correcciones dentarias, controlar los hábitos y las disfunciones.

- Ortopedia u ortodoncia interceptiva: Se suele hacer en época de crecimiento entre los 6 y los 10 años, aprovechando el potencial de desarrollo de los maxilares, con movimientos fomentados por el aparato podemos fomentar el crecimiento óseo. Es decir, tiene una finalidad de modificación ósea.

- Correctiva: En este tipo de ortodoncia la maloclusión ya se ha instaurado. Se suele realizar al final del crecimiento, y si ésta no puede corregirla se tendría que recurrir a la cirugía ortognática.

Además de una finalidad funcional, se encuentran otros beneficios, igual de importantes para la salud:
- Provee estabilidad de la articulación temporomandibular evitando dolores o afecciones derivadas de la maloclusión.
- Mejora la aptitud masticatoria y derivando en una mejor deglución y por consiguiente reduciendo riesgos gástricos.
- Una mejor higiene dental al alinear los dientes en posiciones optimas donde se facilita la remoción de alimentos con el cepillo dental y el uso del hilo dental.
- Mejora la estética dental generando bienestar emocional y del autoestima del paciente.
- En niños nos permite tratar hábitos para funcionales que son nocivos para el desarrollo óptimo de los maxilares y en muchas ocasiones evitando así el uso de ortodoncia correctiva en etapas adultas.